Las razones para iniciar un programa de entrenamiento físico van desde las generales a las muy específicas. Los deportistas se entrenan para mejorar un rendimiento específico: el culturista se centra en potenciar el tamaño y definición de los músculos y el corredor de sprint se centra en disminuir los tiempos de carrera de 100 m centrándose en aumentar la explosividad en la salida.

En cambio, una persona sedentaria inicia un programa de forma física con objetivos más generales como reducir la grasa corporal, disminuir el colesterol o la presión sanguínea, modificar su apariencia o mejorar la función cardiorespiratoria y la salud en general. 

Factores como el Vo2máx, la presión arterial, la frecuencia cardiaca, bioquímica sanguínea (ej.  Colesterol, umbral de lactato), la composición corporal, las sensaciones de bienestar o de autoestima y las clasificaciones del esfuerzo percibido durante el ejercicio proporcionan una información útil a la hora de la valorar la forma física cardiorrespiratoria (FFC).

Estos conceptos vitales a la hora de iniciar un entrenamiento físico los comprenderás en nuestro programa.  Así mismo te recomendaremos sesiones de ejercicios en las tres etapas de un entrenamiento: calentamiento, parte principal central de la sesión y el enfriamiento o vuelta a la calma.  Cada uno cumpliendo dos objetivos generales: disminución de peso o aumento de fuerza y desarrollo de masa muscular.